Ir al contenido principal

Relación entre los estudiantes y la profesora guía

La profesora recibiendo sus regalos por el Día del Profesor, instancia en que se vio reflejado el cariño y respeto de todos los niños del Primer año B.
Cuando fui a presentarme a mi centro de práctica, lo primero que me dijo mi profesora guía fue "te vas a encontrar con un curso muy desordenado, que en su mayoría son hombres y que les cuesta obedecer, pero en el fondo son cariñosos"... ante tal presentación pensé "que raro que un primero básico tenga esas características, tal vez la profesora no tiene tanta paciencia con ellos".

A medida que fue pasando el tiempo pude descubrir que el Primer Año B efectivamente era un curso difícil, pero a la vez, pude observar como la profesora hacía lo imposible por mantener una relación cálida y a la vez de respeto con los niños.  Ella entrega todo de sí y los niños la quieren mucho, demostrado su afecto de distintas formas.

El hecho que más me llamó la atención fue el ocurrido en la sala de clases del Primer año B, el día jueves 17 de noviembre de 2016, alrededor de las 14:30 hrs. durante la clase de lenguaje y comunicación (el colegio tiene media jornada y los cursos de primer ciclo están en la tarde).  Ese día a uno de los estudiantes, que por lo demás es bastante conflictivo, se le perdió una pelota de fútbol el día anterior.  Hasta ahí todo normal, pero lo que agudizó el problema fue que el estudiante en cuestión, el día anterior no había asistido a clases, por tanto ante el triste descubrimiento de que su pelota ya no estaba, fue que comenzó el conflicto que además involucró a seis compañeros más.

Si todo hubiese quedado en solo una rabieta, el conflicto se hubiese resuelto rápido, pero dado que el estudiante estaba llorando tirado en el piso del pasillo, gritando y pataleando y no dejaba que nadie lo levantara, fue que la profesora tuvo que intervenir.

Nunca pensé que ella tendría la reacción que tuvo: se armó de paciencia, dejando un poco de lado a los demás estudiantes, pero confiada en que tanto la asistente de aula como yo podíamos monitorear el trabajo en clases (una guía de estudio) y se dedicó a tomar al estudiante en brazos como si fuera un bebé, lo acurrucó en sus piernas y comenzó a consolarlo, mientras él no paraba de llorar por su pelota perdida.  Estuvo con él casi cuarenta minutos, hasta que el niño se calmó y quiso trabajar, llegando además a un acuerdo con todos los estudiantes involucrados para recuperar la pelota, siempre de manera tranquila, manteniendo la compostura, sin gritar ni amenazar a los estudiantes con "enviarlos a inspectoría" o "llamar a sus apoderados".

Ésta situación disruptiva sin duda afecta el normal desarrollo de la clase, por lo que la existencia de reglas de disciplina que favorezcan una adecuada relación entre los alumnos y el docente se vuelve fundamental.

El Marco para la Buena Enseñanza (MBE) en su criterio B establece que el profesor debe manejar estrategias que le permitan enfrentar las transgresiones a las normas, enfrentando los incumplimientos y ejerciendo su autoridad de forma predecible, sin arbitrariedades, y de manera coherente a la situación disruptiva (Ministerio de educación, 2008), pero frente a un caso como éste, siento que el MBE necesita una  renovación, pues en la situación descrita, no fue observable un trabajo colaborativo por parte de otros profesores o encargadas del PIE, por ejemplo, ni mucho menos  con los auxiliares.  Si bien el profesor tiene un rol fundamental a la hora de crear un ambiente propicio para el aprendizaje, sus pares también deben apoyar esta labor cuando sea necesario.  Fue triste tener que ser testigo de la resolución de éste problema por parte de la profesora, quien a momentos se sentía sobrepasada y ver que ningún colega la ayudó, sino que simplemente se limitaron a ser espectadores de la situación.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Problemática I: Falta de apoyo familiar en el proceso de enseñanza - aprendizaje provoca deficiencias en el normal desarrollo escolar de los niños.

Se ha iniciado un nuevo semestre de práctica y con ello, la posibilidad de conocer la realidad de otro colegio.  Éste año he podido compartir con el Segundo año B del Colegio Niño Jesús de Lota que es un excelente curso, con estudiantes proactivos, respetuosos, con buenos valores y preocupados por su aprendizaje.  Me siento afortunada de poder colaborar con ellos en sus clases de lenguaje y comunicación, religión y ciencias naturales de los días lunes y de tener una profesora guía con excelente trayectoria y experiencia en el aula.       No obstante lo anterior, en el transcurso de la Práctica Progresiva II pude observar un problema que al principio pensé que era un hecho aislado, sin embargo se transformó en una preocupante conducta repetitiva a lo largo del semestre. Cada lunes en el desarrollo de las distintas asignaturas, varios estudiantes respondían a preguntas sobre los contenidos, materiales de la clase o responsabilidades otorgadas con ...

Relación entre compañeros dentro de la sala de clases.

El Primero B en clases de Lenguaje y Comunicación. Frente al comentario de mi profesora guía, sobre lo difícil que era el curso debido al desorden y a algunos focos de violencia, siempre pensé que la relación entre los niños era pésima, pero me equivoqué, pues son solo ocasiones en que los ánimos se agitan, percatándome que generalmente, era en días mas bien grises y fríos o muy calurosos. Son los hombres los que provocan los conflictos dentro de la sala, pues son un grupo numeroso, mientras que las niñas se limitan a trabajar o se distraen conversando o jugando,  no son agresivas, es más, le llaman la atención a sus compañeros cuando los ven pelear.  Aun así, en general son un cuso muy conversador, lo que provoca que cueste mucho hacer clases y que la profesora grite la mayoría del tiempo. Me llama poderosamente la atención los focos de violencia existentes en el curso por parte de un grupo de estudiantes, mismo grupo que provocó una situación puntual en la sala de c...

Problemática II: La falta de continuidad en el proceso de apoyo del equipo de integración escolar genera desventajas en los estudiantes con necesidades educativas especiales del curso.

           Considero que el hecho de trabajar con estudiantes con distintas capacidades y habilidades es un acierto pero a la vez un desafío. Las políticas educacionales que promueven la diversidad nos permiten comprender que todos somos diferentes y aprendemos a distintos ritmos y con distintos métodos, pero todos tenemos el derecho inalienable de educarnos y acceder equitativamente a una educación inclusiva y de calidad.        En éste sentido, en mi centro de práctica y específicamente en mi curso, hay algunos estudiantes integrados que viven su proceso escolar de la misma forma que el resto de sus compañeros, en un ambiente de sana convivencia, cooperación y apoyo, donde la profesora jefe cumple un rol fundamental en su proceso de enseñanza - aprendizaje.      La problemática que se presenta es la presencia interrumpida de la educadora diferencial en el aula, aun entendiendo que dentro de su pl...